miércoles, 12 de marzo de 2014

Biografía de Ramon Carrillo, Primer Ministro de Salud que tuvo la Argentina



“Solo sirven las conquistas científicas sobre la salud si éstas son accesibles al pueblo”


Este hombre nacido en Santiago del Estero, ciudad pequeña por aquel entonces, llegó por las circunstancias de la vida y de la historia a convertirse no sólo en el primer Ministro de Salud Pública que tuvo la Argentina, sino en quien el tiempo reconocería como mentor y ejecutor del Plan Sanitario mejor diseñado y ejecutado en el país.

Nació un 7 de marzo de 1906. Luego de cursar estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, guiado y alentado por su vocación parte rumbo a Buenos Aires, para iniciar la Carrera de Medicina. Cursa esta carrera de manera brillante y obtiene, al recibirse en 1929, la Medalla de Oro al mejor alumno de su promoción.

Desde estudiante se inclina hacia la neurología y la neurocirugía, colaborando con el Dr. Manuel Balado, eminente neurocirujano de la época, con quien realiza sus primeros trabajos científicos. Ya recibido abraza definitivamente estas especialidades y obtiene una beca universitaria para perfeccionarse en Europa, donde trabaja e investiga junto a los más destacados especialistas del mundo, entre ellos Cornelius Ariens Kappers.

Regresa a Buenos Aires en plena “Década Infame”, donde puede vivenciar el sistemático saqueo y destrucción que sufre su patria, en un periodo caracterizado por la profunda decadencia moral de la dirigencia, donde se impone la corrupción, el negociado, la enajenación del patrimonio nacional y el empobrecimiento de una gran mayoría poblacional. Adhiere entonces al pensamiento nacional que toma auge en aquella época. Complementa su educación científica con ideas políticas y formación cultural. Se vincula con hombres como Homero Manzi, claro representante de nuestra cultura y de las nuevas ideas, y la escuela neurobiológica argentina activa en el Hospicio de la Mercedes y el Hospital de Alienadas, luego hospitales Borda y Moyano.

Durante esos años se dedica a la investigación y a la docencia, hasta que en 1939 se hace cargo del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Militar Central. Este cargo le permite conocer con mayor profundidad la realidad sanitaria del país. Toma contacto con las historias clínicas de los aspirantes al servicio militar, procedentes de toda la Argentina, y puede comprobar la prevalencia de enfermedades vinculadas con la pobreza, sobre todo en los aspirantes de las provincias más postergadas. Lleva a cabo estudios estadísticos que determinan que el país sólo contaba con el 45% de las camas necesarias, además distribuidas de manera desigual, con regiones que contaban con 0,00% de camas por mil habitantes. Confirmó de esta manera sus recuerdos e imágenes de provincia, que mostraban el estado de postergación en que se encontraba gran parte del interior argentino.

En 1942, con sólo 36 años, gana por concurso la titularidad de la cátedra de Neurocirugía de la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires. Brillante era su carrera en el mundo científico y académico. Sin embargo, los sucesos históricos harían cambiar radicalmente el destino de su vida y de sus pasiones. Son precisamente estos hechos los que harían que la figura de Carrillo tome dimensiones trascendentes.

Grandes cambios se producen en el país: en 1943 es derrocado el régimen de Castillo y asume un gobierno militar. En este contexto conoce en el Hospital Militar al Coronel Juan Domingo Perón, con quien comparte largas conversaciones. Es precisamente el Coronel quien convence al Dr. Carrillo de colaborar en la planificación de la política sanitaria de ese gobierno.

Luego Perón llegaría a la presidencia, por vía democrática, y confirma al Dr. Carrillo al frente de la Secretaría de Salud Pública, que posteriormente se transformaría en el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de la Nación.

Difícil es enumerar la prolífera obra del Dr. Carrillo frente a esta cartera. Lleva a cabo acciones que no tienen parangón hasta nuestros días. Esta revolución sanitaria, diseñada y llevada adelante por Ramón Carrillo, aumentó el número de camas existentes en el país, de 66.300 en 1946 a 132.000 en 1954, cuando se retira. Erradicó, en sólo dos años, enfermedades endémicas como el paludismo, con campañas sumamente agresivas. Hizo desaparecer prácticamente la sífilis y las enfermedades venéreas. Disminuyó el índice de mortalidad por tuberculosis de 130 por 100.000 a 36 por 100.000. Terminó con epidemias como el tifus y la brucelosis. Redujo drásticamente el índice de mortalidad infantil del 90 por mil a 56 por mil.

Todo esto, dando prioritaria importancia al desarrollo de la medicina preventiva, a la organización hospitalaria, a conceptos como la “centralización normativa y descentralización ejecutiva”. Esta nada tiene que ver con la descentralización que se realizó en los últimos años a nivel hospitalario en nuestro país, que solo responde a fines meramente económicos impuestos por los mercados.

Esta es una brevísima síntesis de los hechos más importantes que generó desde el Ministerio que dirigía. Sin embargo el legado más importante que dejó el Dr. Carrillo fueron las ideas, principios y fundamentos que acompañaron este accionar.

“Los problemas de la Medicina como rama del Estado, no pueden resolverse si la política sanitaria no está respaldada por una política social. Del mismo modo que no puede haber una política social sin una economía organizada en beneficio de la mayoría.”

“Solo sirven las conquistas científicas sobre la salud si éstas son accesibles al pueblo.”

Estas fueron algunas de las frases que pintan de cuerpo entero a este hombre capaz de abandonar su admirable carrera científica, reconocida a nivel internacional, para entregarse de lleno a las necesidades concretas de su Patria. Este hombre originalmente formado en el pensamiento científico individualista y biologicista renunció al prestigio y la tranquilidad que le podía brindar su carrera para dedicarse al desarrollo de la medicina social, lugar desde donde podía realizar y concretar sus ideas sobre salud.

Muere a los cincuenta años, pobre, enfermo y exiliado, recibiendo por correo aportes de su amigo Salomón Chichilnisky tal como San Martín lo hacía de su amigo Aguado, en Belem do Pará, ciudad del Norte del Brasil, el 20 de diciembre de 1956. Quizás pensando, como lo hizo el gran libertador Simón Bolívar, que había arado en el mar ...

Sin embargo en el lamentable escenario de la Salud Pública actual y en momentos en que se extiende el discurso que responsabiliza al Estado de los males que padecemos, es saludable recordar su figura, su obra y -¿por qué no?- retomar sus banderas, poniendo nuevamente al estado al servicio del pueblo.

Quizás una de sus frases más celebres nos indique que aún su obra está inconclusa...

“Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas.”

martes, 11 de marzo de 2014

Salud Pública y Social parte 2 y 3



Cuando el Doctor Ramón Carrillo dice que “no puede haber política sanitaria sin política social” que  gran verdad la de este sanitarista quien desarrolló un estudio integral de los problemas de la salud.



Carrillo dividió el país en grades áreas geográficas delegando funciones y dando importancia tanto al ejecutivo de un hospital como a un modesto medico rural, haciendo participar a todos los sectores en beneficio de la salud publica.

“De nada sirven las conquistas de las técnicas médicas, si estas no pueden llegar al pueblo de formas adecuadas”

Carrillo advertía que "los hospitales no se organizaban a base de libros, ni a conocimientos estrictamente técnico-médicos, sino principalmente al conocimiento de la problemática social de la población que el establecimiento va a servir, y de la política sanitaria que se ha trazado un gobierno". Al elaborarse el Primer Plan Quinquenal, Carrillo se encuentra con la necesidad de planificar la construcción de hospitales, institutos, sanatorios para crónicos, centros de salud, hogares para niños y ancianos, hogares escuelas, entre otras obras.

Dentro de las normas y medios para implementar los procedimientos, acciones administrativas y técnicas detalladas en el Plan debe agregarse la Teoría del Hospital. Este compendio doctrinario contiene los principios orgánicos sobre la conformación arquitectónica, técnica y administrativa del Hospital moderno.

Me quedo con una apreciación de este Médico, en la cual decía asi parafraseando, que “no puede ser que haya un ministerio de hacienda y no de salud” “o sea que se le diera más importancia a las vacas que a  la gente”, no resuena actualmente esto en muchos aspectos de nuestra salud pública?

Sonia

sábado, 1 de marzo de 2014

Salud Pública y Social parte 1






“La tarea de los higienistas no rendirá sus frutos si previamente no se consolidan las leyes obreras destinadas a dignificar la tarea en las fábricas y oficinas, a mejorar los sueldos y salarios, a ampliar los beneficios de las jubilaciones y pensiones que amparen a la familia, si no se protege y subsidia a la maternidad, se planifica la vivienda higiénica al alcance de todos y se organiza la economía nacional con sentido biológico, en una palabra hasta que el nivel de vida del pueblo le permita llegar sin esfuerzo a las fuentes de la cultura y de la higiene, es decir a los auténticos sostenes de la salud física, espiritual y social”.

(Ramón Carrillo- Primer Ministro de Salud Publica en Argentina)


Que razón tenía este médico, cuando tuvo como misión organizar el Sistema de Salud Pública en nuestro país, llevando a las políticas sociales y sanitarias  de esa época a que se incluyera al ser humano como un todo basándose en tres pilares fundamentales:

-Todos los seres humanos tienen igual derecho a la vida y a la sanidad.

-No puede haber leyes sanitarias sin política social.

-De nada sirven las conquistas de las técnicas médicas, si estas no pueden llegar al pueblo de formas adecuadas.

Vamos a desentrañar un poco el primer pilar de Ramón Carrillo:

Aún no se cumplen por ejemplo  todos los  derechos de los "dueños de nuestra tierra" los aborígenes, quienes son abandonados a veces  por sus propios gobernantes.
No  se puede hacer prevención de enfermedades en lugares donde no hay aún el elemental recurso de “agua potable”. Ni que hablar de educación en planificación familiar.
En esos lugares donde no llegan los recursos más básicos y necesarios, mueren todas o casi todas las políticas sanitarias, junto con los derechos básicos que están dentro de la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Es tiempo de unir todos los pensamientos en lo que respecta a nuestra mirada hacia el otro, un “todo” es ver lo biológico, lo psicológico y lo social inmerso en una lucha constante que nos está llevando cada vez más a una decadencia de nuestra naturaleza.

jueves, 27 de febrero de 2014

En Argentina algunos sectores continúan pisoteando el derecho a una mejor salud


La industria tabacalera durante muchísimos años se encargo de interferir y dilatar el tratamiento del tema, no obstante el Congreso de la Nación sancionó en Junio de 2011 la Ley Nacional Nº 26.687, la misma es una ley cabal sobre el control del tabaco que incluye temas muy importantes para mejorar la salud de la comunidad en su más amplia expresión; dentro de las principales medidas que reducen el consumo de este “asesino silencioso” se pueden destacar la implementación de ambientes 100% libres de humo de tabaco, la prohibición de publicidad, promoción y patrocinio, así como favorece la adopción de advertencias sanitarias con pictogramas en los paquetes de  cigarrillos; además, contempla otros puntos importantes como son el desarrollo de campañas de comunicación y educación, la prohibición de venta a menores, la prohibición de venta de cigarrillos sueltos y de máquinas expendedoras, etc.



Desde toda óptica, la sanción de esta ley significó un avance trascendental en pos de la salud de todos los argentinos, viciada en favor de la vida, sin ningún tipo de discriminación, por lo que como ciudadanos comunes deberíamos celebrar y nuestros dirigentes ejecutarla como tal.
El tabaquismo es una epidemia que trae graves problemas a la salud pública, por lo tanto sería muy saludable actuar en consecuencia y en congruencia con las leyes vigentes.
El 13 junio de 2011 la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner promulgó la Ley Nacional de Control de Tabaco, en un acto público en la casa de gobierno, y al día siguiente fue publicada en el boletín oficial; a pesar de todo existen algunos municipios que no han establecido sus correspondientes decretos no entendiéndose la actitud de los mismos, cuando la razón indicaría actuar en armonía con esta ley, cuyo objetivo principal es claro y contundente: la salud de la población.
También hay que destacar que existen Municipios que si han adherido pero no se cumple en su totalidad.



Existen algunas estadísticas que indican que esta enfermedad mata a más de 40.000 personas al año en nuestro país, siendo la prohibición de publicidad, los ambientes 100% libres de humo de tabaco y la inclusión de advertencias sanitarias con pictogramas en los paquetes de cigarrillos medidas probadas para disminuir el inicio en el consumo en los adolescentes, llevando paulatinamente a la sociedad, en su conjunto, al abandono del hábito.
Es decir, es muy evidente que existen dos líneas de pensamientos muy marcadas, por un lado la de los legisladores que llevaron adelante un debate profundo y serio para buscar dos proyectos (Ley de medicamentos y Ley de control de tabaco) que garanticen las mejores condiciones de salud para toda la población, y por el otro existen Ejecutivos que miran para otro lado, cuando son ellos quienes deben gobernar para la mayoría, quienes reclaman un derecho indiscutible como es el de una mejor salud.

Mi opinión es que aún en muchos sectores públicos de nuestra sociedad, no se respeta esta Ley Nacional, pero ademas, a todo esto hay que agregarle la falta de perseverancia en la  continuidad del cumplimiento de la misma, y la vista gorda de muchos, que hace que no sea tan positivo el resultado.

Comparta su opinion sobre el tema. Es muy importante el debate.

Sonia

Vuelvo a escribir


Nuevamente me pongo en contacto con todos ustedes, colegas, compañeros y amigos. En esta nueva etapa de este espacio compartiré con ustedes artículos sobre salud en general, prevención de accidentes, trabajo en hospitales y clinicas, investigaciones clínicas, testimonios de avances de curación y mejoras en enfermedades terminales.
Si sirve, mi experiencia como enfermera en un hospital público de la ciudad de Mar del Plata, Argentina estaré agradecida de que asi sea.

Abrazo a todos mis lectores

Sonia...